A seis años de la desaparición física del presidente emérito de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), la familia de la organización pionera recuerda a un hombre que dejó huella y un gran legado.
Disciplina, constancia y amor, tres de los pilares de la vida de Mendoza (30 de marzo de 1943 – 11 de marzo de 2016), quien se enamoró del boxeo y trabajó por el deporte, luchó por los derechos de sus protagonistas y propuso cambios que permitieran que sea mejor para todos.
Eso lo convirtió en un líder indiscutible que tomó las riendas de la AMB en octubre de 1982 y se mantuvo hasta el mismo 2016.
Sus 33 años en tan importante cargo demostraron su bondad, quienes lo conocieron quedaron marcados por su generosidad, pero también por su disciplina y su arduo trabajo a favor del boxeo.
Entre tantos aportes y creaciones, se destaca el manual de clasificaciones, que elaboró cuando estaba en el Comité Ejecutivo durante la administración del panameño Rodrigo Sánchez. Este manual fue adoptado por el mundo del boxeo y a lo largo de los años se ha mantenido vigente.
Mendoza también creó lineamientos para supervisores, miembros del Comité Ejecutivo y funcionarios. Por otro lado, creó Drogas KO, un programa que trabajó durante años para alejar a los jóvenes del camino equivocado y darles el boxeo como herramienta. Como anécdota, esta semana se está celebrando la 37ª edición de este festival.
También fue clave en la globalización del deporte al poner su granito de arena en la creación de organismos regionales como Fedelatin, NABA, WBA Europa, entre otros. Otra idea que propuso fue la reducción del número de rondas de 15 a 12 y aunque no fue él quien la implementó oficialmente, fue el primero en hablar de ello abiertamente.
El legado que dejó en el boxeo también lo marcó en todo lo que hizo. Desde su desempeño como máximo directivo de la Central Azucarero El Palmar, en el estado Aragua, Venezuela, hasta ser presidente de la Asociación de Scouts de este país. También se desempeñó como diputado de la Asamblea Legislativa del estado Aragua, presidió el Consejo Nacional de Economía; también Fedecámaras entre 1995 y 2001.
El mundo del boxeo recuerda a una de sus mentes más brillantes y luego de seis años sus ideales siguen corriendo por las venas de quienes integran la familia AMB. Muchas gracias Don Gilberto.