Por Mauricio Sulaimán – Presidente del WBC- Hijo de José Sulaimán
Cuando una pelea cumple con las expectativas, es entonces que el mundo no para de hablar del suceso, y la afición explota en júbilo, renovando su interés con máxima pasión por nuestro deporte.
El sábado pasado, Oleksandr Usyk y Tyson Fury sobrepasaron dichas expectativas, y dieron un combate lleno de drama que, sin duda, lo posiciona dentro de los grandes de la historia.
La división del peso completo es, por tradición, la de mayor importancia, al campeón mundial de peso completo se le llama el hombre más fuerte y temido del mundo.
Así fue por muchas décadas; Jack Johnson, Jack Dempsey, Joe Louis, Rocky Marciano, Muhammad Ali, Mike Tyson, Evander Holyfield y Lennox Lewis…
Lennox se retiró del boxeo como campeón mundial WBC, tras su dramático combate contra Vitaly Klitschko, y fue precisamente Lewis el último campeón indiscutido de peso completo.
Fue en 1999, cuando derrotó a Evander Holyfield, y se convirtió en campeón indiscutido, un concepto que gusta mucho al aficionado y más a los medios de comunicación; significa que ese es el único monarca de la división al ostentar los cuatro cinturones reconocidos en la actualidad: WBC, WBA, WBO y el IBF.
Arabia Saudita se ha convertido en el destino más interesante para las peleas más importantes de la actualidad.
Su excelencia Turki Alalshikh es un fanático al deporte de los puños e inició una campaña para lograr que se den los combates que el mundo desea ver, y está revolucionando al boxeo.
Tras cinco años y múltiples intentos de unificar la división máxima, se logró esto, y la Kingdom Arena tuvo un lleno, que fue testigo de la cartera llamada Ring of Fire.
Con inagotable presupuesto, se publicitó y promocionó la pelea por todo el mundo de manera visionaria, entretenida y con elementos altamente atractivos y efectivos.
Se filmó un cortometraje simulando un duelo del Viejo Oeste, se produjo una canción exclusiva, se anunció en pantallas gigantes en sitios de Inglaterra, Nueva York, Tokio y la CDMX, en la Torre Latinoamericana, en el World Trade Center, camiones, aeropuertos, bares y restaurantes, y hasta letreros humanos, que caminaron por las calles con dicha publicidad.
Las redes sociales se inundaron por semanas con todo tipo de publicaciones, que llegaron a ser tendencia la semana de la pelea, y reventaron el sábado antes, durante y, sobre todo, después de la pelea.
Jacob & Co. diseñó y fabricó un reloj único, el cual fue subastado en un evento espectacular, en el que hubo shorts firmados por leyendas, el cinturón WBC, con las rúbricas de Fury y Usyk, y hasta un guante firmado ¡por los Beatles!
El reloj finalmente se fue en ¡800 mil dólares!
La producción dentro de la arena fue espectacular, luces, música, láser, efectos y pantallas movibles. Asistieron los futbolistas Cristiano Ronaldo y Neymar Jr. sentados en primera fila; el actor Jean-Claude Van Damme junto con Roberto Manos de Piedra Durán, Antonio Tarver y Badou Jack, y las leyendas de peso completo, Larry Holmes, Wladimir Klitschko y Anthony Joshua. Dentro del ring se encontraron Lennox Lewis y Evander Holyfield, con los cinturones undisputed en sus manos.
Con todo esto dicho, los millones gastados en esta cartelera, y toda la parafernalia, se esfumaron al momento en que sonó la campana.
Todo desapareció, quedaron Fury y Usyk dentro del cuadrilátero, ya nada más importaba, solamente la batalla entre estos dos gladiadores; nos remontaron al circo máximo romano, al Madison Square Garden, a Zaire o Manila.
Al final de la contienda hubo un ganador por decisión dividida ante el júbilo de los miles de asistentes y millones de televidentes, pues todos sabíamos que acabábamos de ver una pelea legendaria que será recordada por generaciones.
¿SABÍAS QUE…?
Cinco ucranianos fueron programados para peleas de campeonato mundial en 45 días. Sergii Bohachuk, Vasyl Lomachenko y Denys Berinchyk conquistaron sus respectivas coronas; Usyk, se llevó la gloria de ser indiscutido, sólo falta Oleksandr Gvozdyk, quien se enfrentará con David Benavidez, el 15 de junio, en Las Vegas.
ANÉCDOTA DE HOY
Las peleas que serán legendarias son imposibles de recrear, es lo que sucede en el encordado lo que genera esas emociones para la eternidad, en el boxeo no hay script, nada puede ser planeado.
Una de las peleas más famosas es, sin duda, The rumble in the jungle, en 1974, en Zaire, ahora el Congo. Mi papá llegó como supervisor siendo el secretario general del WBC. Al llegar don José, como debe de ser, se comunicó con el promotor de la pelea, un tipo que iniciaba en esto, Don King.
Algo inesperado sucedió, y nos contó don José en incontables ocasiones: “Llegué al hotel sede, pues a mí me pusieron casi en la jungla; llamé a su habitación, y su respuesta fue algo que nunca ha reconocido; ahora que es mi hermano del alma y le he reclamado en incontables ocasiones”. “¿Quien eres tú? Escúchame claro, sólo hablo con el presidente del WBC, y tú no eres: sólo con el profesor Velázquez”…
Un par de días después, Foreman se cortó con un sparring, la pelea se pospuso 30 días. Y mi papá se regresó a casa, y ya no fue al combate al haberse ofendido de tal manera, fue así como él se perdió de la pelea que está considerada como la más importante de la historia del boxeo.