Por Gilberto Jesús Mendoza
Hace cien años, el 2 de julio de 1921 Jack Dempsey y Georges Carpentier, junto a nosotros, se convirtieron en pioneros cuando, bajo el nombre de Asociación Nacional de Boxeo (NBA), sancionamos la primera pelea por el título mundial en la historia del boxeo. Fue, sin duda, un paso firme en la evolución de este deporte que, a partir de ese momento, se modernizó para convertirse en una de las disciplinas más relevantes del planeta.
Pero como la vida cambia y evoluciona constantemente, en 1962 sentimos que teníamos que afrontar un nuevo desafío. Era hora de globalizarnos y decidimos llamarnos Asociación Mundial de Boxeo (AMB) para promover el desarrollo del pugilismo en todos los países y apoyar a más atletas. El crecimiento continuó y, así, se creó el sistema de ranking, ideado por mi padre Gilberto Mendoza y elogiado por Bob Arum. También redujimos el número de asaltos de 15 a 12, cambiamos la ceremonia de pesaje a 24 horas antes de la pelea, y hemos trabajado en la defensa constante del boxeador.
En 100 años hemos cambiado mucho. Siempre en busca de la excelencia. Hoy todo es mucho más rápido y la adaptación es obligatoria. Así como las reglas han ido evolucionando, nosotros, siempre los pioneros, dimos un paso adelante con la campaña “Boxing is One”, y abrimos nuestras puertas al boxeo olímpico, una iniciativa capitalizada con el programa Future WBA Champions que ha ayudado a más de 11 nacionales. federaciones, más de 100 atletas, entre ellos medallistas olímpicos, europeos, mundiales y panamericanos. Vivimos la misma pasión.
Una pasión que corre por mis venas, porque el boxeo está en mi sangre. Por eso siento un compromiso aún mayor de liderar la organización más importante, la pionera, que hoy cumple su centenario. Esta celebración reafirma la razón por la que nacimos: dar lo mejor de nosotros por los boxeadores, los entrenadores y la afición, pilares fundamentales de nuestro deporte.
Seguiremos dando nuestro corazón y alma para asegurarnos de que el boxeo siga evolucionando con nuestro trabajo. Asumimos nuevos retos, manteniendo nuestros valores y esfuerzo diario. Un grupo de personas apasionadas sancionó la primera pelea por el título mundial, y esa fue la semilla que cosechó y se convirtió en la formación de atletas, oficiales y entrenadores que han aprendido a través de la WBA-Academy, la primera institución en brindar entrenamiento formal en boxeo; y nuestro programa KO Drugs que acompaña a los deportistas a no tomar el camino equivocado y darles la oportunidad de elegir este deporte.
Estamos aquí para trabajar por el desarrollo sistemático del boxeo, los hechos lo demuestran. El tiempo pasa y han pasado 100 años, pero nuestras acciones y cambios han reafirmado que somos los pioneros. Seguiremos creciendo, seguiremos evolucionando y seguiremos siendo los primeros.
WBA, simplemente los pioneros!